qué tal

Podría ser incluso más cliché; los días han estado nublados e irremediablemente, todos los días nublados me recuerdan al comienzo del invierno de hace 4 años atrás. Soy así de pegada. Y me da rabia que ya nada se sienta igual que hace 4 años. Todo es distinto; no mejor, ni peor. Muy distinto. Calmado, lento, tedioso a veces. No es malo, sólo diferente. Pero algo, una vocecita débil pero mandona, me dice que esto no tiene por qué ser así. No sé si hacerle caso.

Una vez leí que al congelarse, la gente empieza a sentir sueño y un calorcito cómodo, como cuando te acuestas en una cama con sábanas recién lavadas después de una ducha caliente en pleno invierno.

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Después de mucho tiempo, encontré la solución a casi todos mis problemas: quedarme callada.