Saturday, March 17, 2007

#9 Dream

Generalmente tengo paciencia; no me molesta esperar en la consulta del dentista o en la peluquería. Puedo bajar las escaleras del metro a 1 por hora cuando está lleno y no pasar rabias porque una vieja me tira un coche con guagua y todo encima para poder subirse al vagón. Si tengo algo para escuchar, leer o pensar, no me hago mayor problema.

Creo que nunca seré una histérica del tiempo, aguanto los atrasos de mis amigos que llegan una hora tarde porque en realidad yo llegué hace 5 minutos. Me levanto tarde y me demoro un siglo en estar lista. Soy calmada. Generalmente el tiempo para mi es algo que se puede estirar a discreción. Como un chicle sin sabor que ni siquiera se rompe. Porque no hay apuro. Ultimamente mi paciencia es de un monje zen. Será que estoy más grande. Que cuando era chica un año en el colegio era eterno y me aburría tanto y ahora los meses pasan como si nada. Y voy cumpliendo más años, y mi cara va cambiando casi imperceptiblemente. De repente me miro y me encuentro tan distinta. Mis gustos se han ido afinando, ya no necesito hacer un statement cuando me visto, mi pelo no tiene por qué estar cortado a tijeretazos, no necesito validarme frente a nadie. No me miro pensando que soy fea, gorda o que cambiaría esto y esto. Ya ni siquiera me miro tanto al espejo. Ya ni siquiera pienso tanto que van a pensar que soy tonta o fome porque no hablo mucho, ni me molesta cuando alguien pregunta sorprendido por qué no tomo. Mis opciones son cosa mía.

El tiempo me ha dado la razón en algunas cosas y en otras me ha demostrado que estuve horriblemente equivocada por mucho tiempo. Estoy dejando lentamente de martirizarme por las cosas que hice mal y por las que derechamente no hice. Por las personas que quedaron en el camino porque no las supe ver y por las que no supieron notarme. Perdoné muchas cosas. Tapé otras. Tuve pequeñas victorias y las sigo teniendo aunque nadie más piense que son victorias, sino tonteras. Me despedí de mi karma más antiguo. Me acuerdo sin ponerme sentimental sino contenta. Dejé las culpas al lado y pude dejar pasar varias. Logré comprender algunos puntos de vista. No me meto en peleas ajenas. Hasta doy consejos si me los piden. Corté relaciones con personas que me hacían mal y reanudé otras. Ya no siento lata al verlos. Ya no me dan sueño; dejé de pensar que podrían ser otras personas. Puedo sentir que no es ser mamona querer a mis amigos y decirselo cada vez que puedo. Que de conocidos superficiales se puede pasar a que una persona se convierta en tu amigo del alma, tu hermano. Ya no me levanto mal genio ni llevo la contra porque si.

No sé si esto suena a iluminación de último minuto, pero en realidad no me importa. Son las cosas que han pasado ultimamente, es la capacidad de bancárselo, como dicen los argentinos. Más grande, con más cicatrices que mostrar.

3 comments:

Alex said...

tengo la impresión de que estamos por caminos similares en lo que se refiere a alcance del nirvana. Hay casos en los que la evolución es lenta y natural, como el tuyo. A mi me fueron pasando cosas, hasta que el viernes algo ocurrió y soy otro. También fue lento y natural, pero se marcó un hito. Y ahora hago esto de andar escribiendo como el dalai lama en blogger. Besos guapa

JP said...

El tiempo es mi tema del mes. Yo tengo temas del mes, como "el artista del mes".
Yo encuentro que la vida es demasiado corta como para no apurarse. Estoy a punto de cumplir 25 y fijo que me muero por ahí por los 75 así que ya he vivido un tercio de mi vida. UN TERCIO! Y el adolescente interno que tengo lo siente como si quedaran por delante veinte veces la cantidad de años que ya pasaron.
Espero no frikearte con eso, saludos.

Anonymous said...

Qué envidiable este arranco de sabiduría.
Yo todavia no llego a eso. Odio esperar, me ponen de mal genio las colas, las masas, todavía no soporto el aburrimiento al ver a algunas personas y en fin, supongo que se entiende.

Ojala poder escribir eso que escribio el primer coment. Sí, Daniela, el viernes tuve mi momento de iluminacion y soy otra.

Nah, soy la misma de siempre.
Saludos.