what came first*
Hace un tiempo encontré una lista que hacía Stuart Murdoch de Belle and Sebastian en su blog sobre las canciones que lo hacían llorar. Ni siquiera eran canciones especialmente tristes, pero si de esas que te recuerdan un millón de cosas, aunque no tengan mucho que ver con una historia personal. Como que al final, a veces quiero que ciertas canciones me recuerden cosas, como cuando escucho Misread de Kings of Convencience y quiero recordar un paseo en bicicleta que nunca tuve o que True Faith de New Order me recuerde la mejor fiesta a la que todavía no voy o que me podría morir tranquila si alguien escucha Everything reminds me of her de Elliot Smith en mi honor.
Las canciones tristes son una droga peligrosa que hay que saber dosificar. El exceso produce más tristeza y de la peor; la inducida. Como en el tiempo en que no podía dejar de escuchar I better be quiet de E. Smith mil veces al día y enterrarme un poquito más en la autocompasión (a lot of hours to occupy it was easy when i didn't know you yet) Igual ahora no la escucho. Me he curado.
El problema con la autocompasión, la autoindulgencia de estar triste y las canciones tristes como terapia a la inversa es que tal como algunas drogas duras, es muy difícil de dejar y el camino demasiado tortuoso. Tienes buenos días, escuchando horribles éxitos de los 90's o una buena dosis de tontipop, pero la recaída es inminente en cualquier momento. Y la tentación de volver a sacar el disco de cualquier cantautor melancólico vivo o suicidado es demasiado grande.
* La cita más manoseada del mundo. Sorry, he estado leyendo Alta Fidelidad de nuevo.
7 comments:
por ese motivo, CHC será el único invitado de honor a mi viaje este lunes.
capaz que se cuelen unos hits noventeros y sería todo.
Chaito por una semana con las guitarras de palo.
besos.
al final como dice astrud
SOMOS EL UNO PARA EL OTRO
así que bueno
la meta es casarse antes de los treinta y si no
ya sabis ya
Y es tan cierto, por que uno puede poner galletas mil veces en la lista pero al final igual se cae en la canción triste.
y ahora, escribir la palabra clave, que tortura
jaja ridiculo. ¿30? estai loco, la peor edad para casarse. 40 demás.
Sí, yo tengo una relación media complicada con la musica. Hay canciones que me encantaban y que ahora no puedo escuchar porque me recuerdan demasiado bien algo. Lo mismo pasa con canciones que me recuerdan algo bueno, una vez que las escuchas demasiado la sensacion se pierde.
En fin. Creo que nunca he usado touche en una conversacion real. Pero no se por que, funciona bien para terminar algo en papel. Las conversaciones reales, hay que decirlo, no tienen finales muy "poeticos". Menos ese tipo.
Saludos
It's all my fault...
:S
Eso de hacer listas sobre los what if de la vida ( a lo high fidelity) es como mandarse una puñalada al cuore a lo Smith .
No es muy sano.
Mejor comprese la bici.
Saludos.
Y era analogía
a mi me da como miedo
porque las canciones más tristes, que más escucho, son todas de cantantes que se han suicidado.
miedo, no?
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