hey lloyd, i'm ready to be heartbroken

Pocas veces en mi vida he dicho la frase "todo me sale mal" Creo que con suerte, tres. La mayoría de las veces en que algo me sale mal, lo tomo como algo obvio, como una cosa que tenía que pasar porque tengo más suerte en otros aspectos. Un asunto de equilibrio, o de némesis. De esas tres veces, dos las dije en el último mes. Un mal Julio, por suerte ya se acaba. Agosto me gusta más. Está más allá de la mitad del año y siempre veo los años como etapas que hay que superar, como en ese juego arcaíco de computador que M y yo jugabamos cuando chicos, donde un supuesto príncipe corría por unos laberintos de ladrillo y de repente, con mala suerte, caía en una fosa llena de clavos donde se le acababa una vida.

Las últimas dos veces que pensé que todo me salía mal, llegué a creer que el asunto era personal. Que algo o alguien se estaba interponiendo para que justamente *eso* me saliera pésimo o simplemente, no me resultara. Esos fueron días en los que dije mejor no me levanto, algo va a pasar y lo voy a arruinar todo. Tenía razón.

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Hubo un tiempo en el que llegaba a mi casa y estaba sola. Me sentaba en un sillón del living y esperaba a que llegara alguien. Algunas veces me acostaba en el suelo y miraba el dibujo de la alfombra. Era una de esas alfombras típicas, que tienen un diseño que encierra otro y otro, hasta llegar al punto mas reducido. Una de las partes parecía la orilla de una playa desierta, como Algarrobo norte en invierno, cuando todo se ve tan grande y vacío. Me sentaba ahí y a veces ponía música y trataba de recrear conversaciones o inventar las que me habría gustado tener. A veces pensaba tanto que me dolía la cabeza.


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Siempre me ha gustado ir al cine sola. Una de esas veces, vi una película que se llama Chasing Amy, que trata de un tipo que se enamora de una lesbiana. Conversando con un chico que nunca más volví a ver, me dijo que la declaración de amor, esa que le hace Ben Affleck a Joey Lauren Adams dentro del auto y mientras llueve con truenos y todo, es la declaración de amor más poderosa del mundo. En el fondo, Affleck (que en la película se llama Holden, como Caulfield) le dice que ella es la encarnación de todo lo que él ha buscado por mucho tiempo. A veces pienso que tal cosa no existe. Lo más probable es que no exista. Lo más lógico es que alguna persona tenga 5 de las 10 cualidades que uno quiere y que el resto, la añadidura, sea lo más interesante al final.