Saturday, April 15, 2006

they thin my heart with little things

Mi hermana hoy me preguntaba que pasaba si comía carne en viernes santo.

-Es que en la mañana comí pan con jamón porque se me olvidó-, me dice.

Mi hermana aun cree en esas cosas. Piensa que si reza, le irá bien en las pruebas, que dios siempre está mirandola y que para comulgar hay que confesarse.

No me acuerdo exactamente el momento en el que dejé de condicionarme frente a esas cosas. El momento exacto en el que dejé de poner atención en los rezos matinales del colegio, que comencé a reirme de las monjas y sus cantos, que terminé odiando para siempre el eterno pararse-sentarse de las misas.

Cuando tenía 9 años iba a la capilla del colegio totalmente sola. Me gustaba ese lugar. Era tranquilo y olía a velas y flores. No iba precisamente a rezar, pero me sentaba callada a mirar el altar, que tenía una luz que nunca apagaban. Era bonito. Una vez, mientras estaba sentada ahí, entró una monja. Mi colegio estaba plagado de monjas viejas que vivían en una gran casa rosada al final del patio. La monja me miró un rato y seguramente debe haber pensado que yo era algo así como muy religiosa o un proyecto de monja en ciernes. Me sonrió y aunque no le entendí nada de lo que dijo, -era alemana-, le sonreí también. De sus manos salió un conejo hecho de madera. Me lo pasó sonriendo y no sé por qué, me dio pena, así que le dije gracias y me fui.

Todavía tengo el conejo. Hace poco lo encontré y me sentí igual como cuando iba a la capilla a estar sola por un rato.

Esa monja murió al tiempo después y ese día nos mandaron a todos a la casa más temprano y no hubo clases al otro día.

12 comments:

sinatora said...

si me acuerdo... :(
seguramente te dijo, "si guardas este conejito, lo encuentras años después y recuerdas quien t lo dio, es pq tu vocacion es unirte a las hermanas de la bienaventurada maría virgen"

JP said...

Yo llegaba un cuarto para las ocho todos los días. A rezar.
Pedía por cosas que me da pudor recordar.
Nunca se cumplieron. O sea sí, pero como con ocho años de retraso y supongo que a causa de otros factores.
Yo como que estoy dejando de ser ateo ahora.
O no sé.
No creo en los ritos. De ningún tipo. Mis únicos ritos son abrir con cuidado los envases de papas fritas, huevadas así.
Saludos D.ç

deeply said...

Hola, soy forastera, andaba de pasaba y me gusto lo que escribes.
Mi caso es bien distinto. El asunto de la cristiandad no me molesta, todo lo contrario, alguna vez me sirvio para sentirme parte de un grupo y el hecho de tener monjas alrededor nunca significo que me haya sentido obligada a hacer algo.
Ahora, lejos de todo eso y siendo agnostica completa, siento que el hecho de proclamar rebeldia frente al catoliscimos es tambien un lugar comun, una especie de afirmacion politicamente correcta.
Saludos.

Anonymous said...

ya, estos son los entries -pequeños y subvalorados- con los que dan ganas de abrazarte.

Anonymous said...

uy. y ese? aun estoy en valpo. deberías venir. la cata todavía está curiosa jaja
besos te queriiiimos.

Nati said...

en mi colegio tb estaba lleno de esas monjas viejas que daban miedo (por lo menos a mi) y su casa tb estaba al final del patio , detras de los pendex de kinder, pero no era rosá la casa. me ultra identifique con esa description que hiciste

mahatu said...

yo siempre pensaba que cualquier cosa mala que hiciera la iba a pagar fuerte, y que dios estaba a cargo de eso.

trauma eso de la religión.

saludos

daniela said...

quiero saber quien es el usuario anónimo. solo para decirle gracias.

Anonymous said...

y no que estábamos todos identificados?

José Ignacio Stark said...

a mi me olbligaban a rezar por la mañana, antes de cada clase.

más de 10 años despues mi papá reza cada vez que se sube al auto. por eso me gusta irme en micro en la mañana. ugh.

daniela said...

ni siquiera tengo una sospecha esta vez. aka, no sé.

Anonymous said...

supiste entonces?

saca ese maldito verficador, no te comento mas!